DESPOJARSE DE PESO Y PECADO
Por tanto, nosotros también, teniendo en
derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del
pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por
delante, puestos los ojos en Jesús…Hebreos 12:1-2a
Vivir centrados en
Cristo requerirá de nosotros despojarnos de las cosas que no permiten que él
tome control de nuestras vidas. Debemos despojarnos dice este pasaje de todo
peso y del pecado que nos asedia.
Veremos estos dos
elementos de los cuales debemos despojarnos:
1.
Despojarnos
del pecado.
La Biblia es clara con respecto a lo que es pecado. Si en
nuestra vida existe pecado, el diagnóstico es claro y específico. No podremos
avanzar porque Dios rechaza el pecado, nos ama, pero rechaza la práctica del
pecado. Y el tratamiento para ser libre de pecado también es claro,
arrepiéntete, pide perdón a Dios y a quienes han sufrido la consecuencia de tu
pecado, renuncia a la práctica de pecado y empieza a vivir una vida nueva en
Cristo.
2.
Despojarnos
de todo peso.
El peso es esa pesada carga que muchos de los cristianos
llevan y nos impide desarrollarnos como corresponde en nuestra vida cristiana.
Este peso puede presentarse de distintas formas y ellas retrasan nuestro
crecimiento en Cristo y nos hacen tropezar.
El Dr. Charles Stanley detalla cuales podrían ser esas
distintas formas de manifestarse en nuestras vidas ese peso. Baja autoestima,
actitud derrotista, sentimiento de rechazo, perfeccionismo, temor al fracaso,
desidia, carencia de dominio propio, falta de concentración, actitud negativa,
desconfianza, indecisión.[1]
Cada uno de nosotros
debemos batallar con algún peso que nos asedia, que sin ser propiamente pecado
impiden nuestro desarrollo y son obstáculo para que Cristo se establezca como
el Señor de nuestras vidas. Muchas personas son atacadas con pensamientos
derrotistas, muchos deben trabajar con un justo concepto de sí mismos pues la
estima se encuentra deteriorada y así con cada una de las distintas formas de
peso con las cuales podemos ser cargados. Por supuesto sin olvidarnos de la
irresponsabilidad, la falta de compromiso, la falta de enfoque e inacción, etc.
¿Tienes algunos de
estos pesos en tu vida? ¿Cuál de ellos te impide llevar a Cristo al Centro de
tu vida? Si tu respuesta es afirmativa, hoy es el día para despojarte de ellos.
¿Cuál es la clave?
¿Qué es lo que debo hacer para desprenderme de este peso? La respuesta es
evidente: debemos poner los ojos en Jesús, esto nos llevará a tener la
victoria.
¿Hay peso que aparece
cada día y nos angustia? Tienes que fijar los ojos en Cristo, el acudirá en tu
ayuda, tienes que tener fe, él es el autor y consumador de la fe.
Hoy con tus propias palabras eleva una oración:
“Primero analiza la lista de posibles pesos que puedas tener en tu
vida, y si te identificas con alguno, entrégaselo al Señor de tu vida. Él se
hará cargo y tú estarás sin ese peso que no te deja avanzar.
En este momento empieza la oración. Que tengas un bendecido día”
0 Deja tu comentario o saludo:
Publicar un comentario