
La Palabra diaria de Fe, esta basada en lo que Dios ha prometido para sus hijos, esas promesas las encontramos en la Biblia y están al alcance de la mano de cualquiera que quiera tomarlas.
Frente a una promesa de Dios, tu tienes la posibilidad obtenerla ejerciendo tu fe. A partir de hoy nuestra palabra diaria de fe se sustentará en esas promesas.
Frente a una promesa de Dios, tu tienes la posibilidad obtenerla ejerciendo tu fe. A partir de hoy nuestra palabra diaria de fe se sustentará en esas promesas.
1 Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. 2 Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición. 3 Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. Gn 12:1-3
En el libro de Génesis encontramos unas de las promesas más bellas que Dios puede dar a sus hijos, y esta es una bendición que se va transfiriendo de generación en generación.
Dios le dice a Abraham que lo iba a bendecir, no solamente a él sino también a su descendencia y en él serían benditas todas las familias de la tierra.
Que impresionante bendición es aquella no solo te alcanza, sino que también se imparte a los todos, que tremendo es pensar que a través tuyo pueden ser bendecidos otros.
Hoy traigo una buena noticia: esa misma bendición esta a tu alcance. Sencillamente porque a través de Cristo somos herederos de esa misma promesa. (Gálatas 3:29).
Ya que sabes que tienes esa promesa de bendición para tu vida, me gustaría considerar algunos detalles de la misma que se desprenden de esta promesa:
Dios le dice a Abraham que lo iba a bendecir, no solamente a él sino también a su descendencia y en él serían benditas todas las familias de la tierra.
Que impresionante bendición es aquella no solo te alcanza, sino que también se imparte a los todos, que tremendo es pensar que a través tuyo pueden ser bendecidos otros.
Hoy traigo una buena noticia: esa misma bendición esta a tu alcance. Sencillamente porque a través de Cristo somos herederos de esa misma promesa. (Gálatas 3:29).
Ya que sabes que tienes esa promesa de bendición para tu vida, me gustaría considerar algunos detalles de la misma que se desprenden de esta promesa:
- Dios le pide a Abraham que salga de la tierra de su parentela a un lugar que Él mismo le mostraría. Parece ser que cuando Dios quiere darte algo, primero te saca del lugar de tu seguridad, del lugar donde tu tienes el control y te lleva a donde el control lo tiene Dios, te lleva a un lugar donde tendrás que depender de Él y no tanto de tus habilidades o experiencia. Es muy significativo que Dios te pida salir de una tierra conocida y que vayas a un lugar desconocido. La bendición viene cuando dependes totalmente de Él, y esperas en Él.
La bendición es una experiencia que Dios quiere que tengas y para ello debes moverte en hacia de ella. Quiere decir entonces que tengo que irme del lugar en donde me encuentro? NO necesariamente, lo que si debes hacer es caminar hacia la bendición saliendo del lugar estático de donde te encuentras y debes moverte en dirección a la bendición.
Y como hago esta??, sencillamente, debes dejar de confiar en ti mismo y todo lo que te da seguridad que no provenga de Dios y animarte a confiar en su promesa.
Para hoy la tarea es: Sal del lugar de tu seguridad y anímate a confiar en Dios, Él debe ser tu seguridad, solamente cree que la bendición esta, camina hacia ella.
"Señor, hay muchas cosas en las cuales me he sentido seguro y he confiado en ellas (mi trabajo, mi estudio, mis bienes, mi familia, etc), hoy salgo espiritualmente de ese lugar y declaro que confío en tu promesa, muéstrame la tierra a la que debo ir, en el nombre de Jesús"
Dios te bendice
Pastor Jorge
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Senor muestrame el camino que debo seguir, que cada sentimientos y pensamientos en mi vida este bajo tu autoridad, Jesus tu eres el centro de mi vida y espero en ti siempre confiada Tu ere nuestro padre y siempre quiere lo mejor para sus hijos. te alabo mi Senor.
Señor, yo se que ya me has mostrado algunas señales, así como hiciste con Gedeón; ayudame a confiar plenamente en ti, a llenarme de fé, entusiasmo y determinación, para avanzar hacia la zona de bendición que tu me has preparado, tu mano derecha siempre me sustentará, haz tu voluntad y no la mía, desarrolla tu propósito en mí, te lo suplico en el nombre de Jesús, AMEN¡.
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